Una noche de viernes donde el corazón grita...
Me siento algo nostálgica por eso que me nace escribir ... es muy raro cuando todo va bien mis dedos se paralizan y mis letras se ponen en silencio.
Pero hoy saco esta espinita que me esta molestando hace como 20 minutos.
La verdad es que por dentro siento que estoy jugando a ser feliz, que no me durará mucho, que me estoy engañando... Es una felicidad que no se puede compartir, que no se puede gritar a los 4 vientos... Si llega ese momento en el que todo se acabe, presiento a mi corazón derritiendose de dolor, con lo sensible que es de seguro inundado de lágrimas.
A veces me arrepiento una y otra vez de lo que yo misma permití que viniera a mi vida, y otras amo permitirme darme ese gusto de acariciar mi alma..
Me pierdo entre mi realidad, que fácil sería la vida si leyeramos el capítulo final, para saber si todo termina con un final Feliz y si vale la pena arriesgar y luchar contra el mundo por ser feliz.
Me canso de batallar contra algo que se que me engaña, que es momentáneo, que se acaba.
Prometo que aunque me cueste lidiar con este abanico de emociones que me soplan el cerebro llegaré al punto donde estoy bien.
Peero, sí estoy bien.
Tengo una frazada encima que me calienta los pies, hace más de un mes que no tengo galaxias en el cuerpo, tengo dos trabajos que me estabilizan emocionalmente, una familia que amo más que a mi vida, un gordito con ojos de Ángel que me enloquece de amor, y un Dios que ve mis fallas y me endereza los pies.
Tengo un eco aquí en el alma, que se me escapa en letras.
Tengo dos brazos que están sueltos esperando ser abrazados, tengo una niña por dentro que de vez en cuando canta debajo del sol la misma canción que hace 23 años.
Tengo una vida, y la música de mi lado, rellenando mis ideas y compadeciendose de mi corazón bolita que rebota de más hoy...
Pero hoy saco esta espinita que me esta molestando hace como 20 minutos.
La verdad es que por dentro siento que estoy jugando a ser feliz, que no me durará mucho, que me estoy engañando... Es una felicidad que no se puede compartir, que no se puede gritar a los 4 vientos... Si llega ese momento en el que todo se acabe, presiento a mi corazón derritiendose de dolor, con lo sensible que es de seguro inundado de lágrimas.
A veces me arrepiento una y otra vez de lo que yo misma permití que viniera a mi vida, y otras amo permitirme darme ese gusto de acariciar mi alma..
Me pierdo entre mi realidad, que fácil sería la vida si leyeramos el capítulo final, para saber si todo termina con un final Feliz y si vale la pena arriesgar y luchar contra el mundo por ser feliz.
Me canso de batallar contra algo que se que me engaña, que es momentáneo, que se acaba.
Prometo que aunque me cueste lidiar con este abanico de emociones que me soplan el cerebro llegaré al punto donde estoy bien.
Peero, sí estoy bien.
Tengo una frazada encima que me calienta los pies, hace más de un mes que no tengo galaxias en el cuerpo, tengo dos trabajos que me estabilizan emocionalmente, una familia que amo más que a mi vida, un gordito con ojos de Ángel que me enloquece de amor, y un Dios que ve mis fallas y me endereza los pies.
Tengo un eco aquí en el alma, que se me escapa en letras.
Tengo dos brazos que están sueltos esperando ser abrazados, tengo una niña por dentro que de vez en cuando canta debajo del sol la misma canción que hace 23 años.
Tengo una vida, y la música de mi lado, rellenando mis ideas y compadeciendose de mi corazón bolita que rebota de más hoy...
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