Porque al corazón no se le dice que hacer, ni mucho menos a quien querer…

Tropece con tu amor!.. 

Se rio exhaustivamente, lo mire fijo de forma engreída.
Pensé como me podía gustar alguien que un día había odiado tanto? .  

De reojo miraba como su pelo jugueteaba con el mismo viento, y sus mejillas sonrosadas brillaban con la luz del sol, su sonrisa tenía un toque chispeando que me endulzaba el mismo corazón, me asustaba la forma en que mi corazón palpitaba cada que me miraba haciéndome un guiño a distancia. 

Baje la mirada asustada, me había enamorado una vez más; de un patán al que yo misma había nombrado así, pero que me pasaba? Porque siempre se enredaban mis sentimientos, con puros picaflores?  Me enoje conmigo misma, por no aprender! Pero que podía hacer, al corazón no se le dice que hacer, ni mucho menos a quien querer, una vez más mis sentimientos ganaban y me hacían sentir como una tonta indefensa ante ellos.

Pase por su lado, sentí su perfume varonil, me embriagaba ese aroma me llevaba a otros mundos, pero bueno solo fantaseaba, extendio sus brazos sobre mi cintura y susurro a mi oído, te vez preciosa con ese vestido, me había dulcificado el oído y sentía como mi orejas se calentaban, de nervios. Me escabullí de entre sus brazos,  mirándole indignada por atreverse a tocarme pero en realidad estaba encantada por ser tan tosco y varonil.

Salí de allí, como escupida!  En realidad Salí enamorada, encantaba, emocionada, hipnotizada, trastornada de amor, shockeada, feliz! 

Me enamore suspire, me enamore de un tonto una vez más.